Cinco estrategias para aprender matemáticas Cómo acercarse al universo de los números.
Las cinco claves
1. Es genético
Las matemáticas hacen parte de nuestra genética. De hecho, los niños pequeños, sin saber contar, distinguen muy bien cantidades pequeñas. Eso se ve, por ejemplo, cuando a uno de ellos le dan tres dulces y a otro, cuatro. El primero protesta porque sabe que tiene menos dulces, pero si a uno le dan 20 y al otro 21 no lo notan. Y esa dificultad para hacer cuentas llevó a la civilización a hallar formas de hacer registros. Por eso, es vital promover en edades tempranas una cercanía con las matemáticas.
2. En la historia
Las matemáticas se crearon para resolver problemas. En tiempos antiguos los pastores usaban piedras para representar las ovejas y saber cuántas tenían sin verlas. Y Tales de Mileto (científico griego del siglo VI a. de C.) se dio cuenta de que su altura era igual a la sombra que producía el Sol a mediodía. Así calculó la medida de las pirámides. Esa teoría de las proporciones se aplica, por ejemplo, para calcular distancias o convertir recetas de cocina de ciertas porciones a otras.
3. Lúdica
Las personas deben manipular las matemáticas. Estas no solo tienen que enseñarse con fórmulas o a punta de memoria. Resultan de mucha utilidad fichas, figuras, objetos que permitan tocar lo que se pretende enseñar. Hay juegos para aprender a distinguir colores y formas geométricas o las tablas de multiplicar, y otros, en computador, que enseñan las operaciones básicas con estrategias de estímulos. Así se puede apreciar que las matemáticas no son solo información sino que son útiles.
4. Lectura
Hay cuentos que plantean problemas matemáticos. Un ejemplo es ‘El diablo de los números’, de Hans Magnus Enzensberger: se trata de un niño que sueña y un diablo le muestra problemas básicos y complejos y le dice cómo resolverlos. Los docentes deben relacionar bien esta asignatura con la lectura y las ciencias. Una clase de matemáticas que muestre sus orígenes en Grecia puede ser a la vez de historia, literatura, geografía y hasta actuación, lo que la hace más dinámica.
5. Sí se puede
Las matemáticas no son imposibles. Lo importante es detectar el perfil del estudiante, manejar muy bien el tema para dirigir el proceso de enseñanza y captar el interés del alumno. Nunca se debe aceptar el “no puedo”. Obviamente, la memoria es indispensable en muchos casos: hay que aprender las tablas de multiplicar, pero el asunto es lograrlo de una forma amena para que no se conviertan en una carga. Un proceso que no se supera va a impedir el buen desarrollo del siguiente.
http://www.eltiempo.com/estilo-de-vida/educacion/como-aprender-matematicas-/15357155
Las cinco claves
1. Es genético
Las matemáticas hacen parte de nuestra genética. De hecho, los niños pequeños, sin saber contar, distinguen muy bien cantidades pequeñas. Eso se ve, por ejemplo, cuando a uno de ellos le dan tres dulces y a otro, cuatro. El primero protesta porque sabe que tiene menos dulces, pero si a uno le dan 20 y al otro 21 no lo notan. Y esa dificultad para hacer cuentas llevó a la civilización a hallar formas de hacer registros. Por eso, es vital promover en edades tempranas una cercanía con las matemáticas.
2. En la historia
Las matemáticas se crearon para resolver problemas. En tiempos antiguos los pastores usaban piedras para representar las ovejas y saber cuántas tenían sin verlas. Y Tales de Mileto (científico griego del siglo VI a. de C.) se dio cuenta de que su altura era igual a la sombra que producía el Sol a mediodía. Así calculó la medida de las pirámides. Esa teoría de las proporciones se aplica, por ejemplo, para calcular distancias o convertir recetas de cocina de ciertas porciones a otras.
3. Lúdica
Las personas deben manipular las matemáticas. Estas no solo tienen que enseñarse con fórmulas o a punta de memoria. Resultan de mucha utilidad fichas, figuras, objetos que permitan tocar lo que se pretende enseñar. Hay juegos para aprender a distinguir colores y formas geométricas o las tablas de multiplicar, y otros, en computador, que enseñan las operaciones básicas con estrategias de estímulos. Así se puede apreciar que las matemáticas no son solo información sino que son útiles.
4. Lectura
Hay cuentos que plantean problemas matemáticos. Un ejemplo es ‘El diablo de los números’, de Hans Magnus Enzensberger: se trata de un niño que sueña y un diablo le muestra problemas básicos y complejos y le dice cómo resolverlos. Los docentes deben relacionar bien esta asignatura con la lectura y las ciencias. Una clase de matemáticas que muestre sus orígenes en Grecia puede ser a la vez de historia, literatura, geografía y hasta actuación, lo que la hace más dinámica.
5. Sí se puede
Las matemáticas no son imposibles. Lo importante es detectar el perfil del estudiante, manejar muy bien el tema para dirigir el proceso de enseñanza y captar el interés del alumno. Nunca se debe aceptar el “no puedo”. Obviamente, la memoria es indispensable en muchos casos: hay que aprender las tablas de multiplicar, pero el asunto es lograrlo de una forma amena para que no se conviertan en una carga. Un proceso que no se supera va a impedir el buen desarrollo del siguiente.
http://www.eltiempo.com/estilo-de-vida/educacion/como-aprender-matematicas-/15357155